En un sistema de refrigeración totalmente sellado, la tapa en la parte superior del radiador no suele estar abierta para rellenar el sistema.
Sistema de refrigeración sellado
El refrigerante en un sistema cerrado no se evapora a la atmósfera y no debería necesitar ser recargado.
En cambio, se monta una tapa de presión en el sistema y un caño conduce desde la parte superior del radiador a un recipiente o tanque de vidrio, plástico o metal.
El refrigerante, que se expande mientras el sistema se calienta, pasa por el caño hacia este tanque y regresa al radiador cuando se enfría.
El sistema no debería necesitar mantenimiento. Éste se drena únicamente cuando una manguera o el refrigerante debe ser cambiado.
Cuando drene y recargue el sistema, si va a reutilizar el refrigerante coloque recipientes limpios debajo de los puntos de desagüe.
Tenga presente que el líquido refrigerante es venenoso. No use recipientes que se utilizarán o estarán cerca de la cocina. Si no desea reutilizar el refrigerante, consulte en su consejo local dónde verterlo (no lo tire por el desagüe).
Si desea volver a utilizar el refrigerante, tenga un poco más a mano ya que será inevitable derramar algo.
La mayoría de los fabricantes recomiendan una mezcla de 60% agua y 40% anticongelante. Otros especifican una mezcla 50-50.
Utilice anticongelante hecho para estándar británico de 3152 o según lo especifique el fabricante del auto. El número estándar, si se aplica, está impreso en el recipiente.
Chequeo y mantenimiento del sistema
Asegúrese de que la tapa del depósito de expansión esté limpia y en buenas condiciones en caso de tener que recargar.
Un tanque de expansión de vidrio o plástico le permite chequear el nivel a simple vista. Asegúrese de que esté relleno con la mezcla de anticongelante hasta su marca de nivel máximo.
Revise si hay mugre o deterioro en el borde y retén de la tapa de presión cada vez que la abra.
Si la tapa tiene una válvula de descompresión, nunca la moje. Reemplácela si se moja o ensucia.
Examine el estado de las mangueras en la zona en la que son sostenidas por ganchos o abrazaderas.
Si se están desgastando cámbielas o refuércelas con cinta por debajo de los ganchos o abrazaderas.
Revise todos los ganchos para ver que estén bien apretados. No los apriete de más o podría deformar la manguera.
Apriete todos los ganchos de la manguera y cierre todos los tornillos de purga. Con el motor en marcha y caliente, rellene el radiador a medida que las burbujas de aire se dispersan.
El aire atrapado tiende a acumularse en el punto más alto del sistema, donde no hay válvulas de purga. Afloje la manguera de retorno de la unidad de calefacción (manguera inferior) y permita que salga el aire. Tan pronto como haya un flujo constante de refrigerante sin burbujas, apriete la manguera.
El anticongelante o una combinación de agua y anticongelante, manchará y alterará el color de la pintura si permite que se seque sobra la misma. Utilice hojas de plástico o trapos absorbentes para proteger los guardabarros y otras partes expuestas de la pintura. Si se derrama líquido refrigerante sobre la pintura, límpielo inmediatamente con agua.
Drenaje y recarga de refrigerante
Cuando realice la recarga, levante el auto en triángulos de soporte para que la parte superior del radiador sea el punto más alto en el sistema.
Para vaciar el sistema, deje que el motor se enfríe, saque la tapa del depósito de expansión, ponga en "caliente" el control de la calefacción dentro del auto y abra el tapón de drenaje o retire la manguera inferior.
Abra los tornillos de purga en las mangueras y conexiones. Por lo general se pueden abrir con la mano. Para los de la bomba de agua u otros accesorios metálicos es posible que necesite una llave chica.
Cuando realice la recarga, levante la parte delantera del auto en un triángulo de soporte para que la parte superior del radiador sea el punto más alto en el sistema.
Asegúrese de que todas las abrazaderas estén apretadas y cierre todos los tapones de drenaje (excepto el tornillo de purga en la parte superior de la manguera del calefactor). Confirme que el control de la calefacción dentro del auto esté en "caliente".
Después de unos días purgue el aire desde el tornillo de purga de la manguera de la calefacción.
Vierta el líquido refrigerante en el depósito de expansión hasta que alcance los 25 mm (1 pulgada) por encima de la línea de nivel superior. Vuelva a colocar la tapa.
Retire la tapa del radiador y llene el sistema principal con refrigerante a través de la abertura del radiador. Realícelo hasta que no entre más y pueda ver un goteo desde el tornillo de purga del calefactor. Cierre el tornillo.
Ponga en marcha el motor hasta que alcance su temperatura normal (cuando la manguera superior se calienta, el termostato se abre). Si tiene un tornillo de purga en la bomba de agua, aflójelo una vuelta. Ciérrelo ni bien vea que sale un flujo de refrigerante constante y sin burbujas.
Tenga cuidado. El refrigerante está caliente y hay correas de transmisión en movimiento cerca.
Rellene el depósito de expansión, si es necesario, cuando todo el aire está fuera del sistema.
Rellene el radiador. Abra y cierre de a uno los tornillos de purga en las distintas mangueras y conexiones, terminando con el tornillo del sistema de calefacción.
Cierre cada uno de ellos tan pronto como haya un buen flujo de refrigerante sin aire. Baje el auto.
Después de unos días, con el motor caliente y en funcionamiento, coloque el calefactor en la posición de "caliente" y, con cuidado, abra el tornillo de purga del caño de calefacción o el que esté en el punto más alto en el sistema.
Cualquier rastro de aire allí será expulsado. Cuando el motor se enfríe completamente, controle y recargue el depósito de expansión (de ser necesario).
Traducido por Juan Pita
Juan es una máquina de traducir. En todo momento parece estar estimulado por algún tipo de bebida que prepara en un recipiente portátil y que requiere de dos litros de agua hirviendo.
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